El hombre corría como un desesperado, estaba perdido
por la gran ciudad de Nueva York, había perdido la noción del tiempo.
Corrió hasta llegar a un callejón sin salida y con un muro
enorme de bloques, saltó el muro y de repente oyó los llantos de un bebe,
él los siguió hasta que vio la espalda de una mujer, que también estaba llorando.
El hombre no le quería decir nada, pero ella se giró y se fue corriendo
a la otra calle.
Él la siguió pero cada vez corría más rápido.
El hombre cogió el taxi, hasta que llagaron al puerto. Continuaba oyendo los
llantos de aquél bebe pero no encontraba a la mujer. Después vio al lado de la pasajera
rubia que el bebe estaba allí y la rubia subió al barco él la siguió pero ya no podía
entrar nadie al barco e hizo el ultimo esfuerzo pero no logró conseguir subir al barco.
Vio que aquella mujer salió a la cubierta sin el niño, ni tan solo se oían los
llantos de aquél desesperado bebe.
La mujer se quitó del bolsillo de la gabardina una pistola..
jueves, 6 de noviembre de 2008
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